Lucecitas por toda la ciudad, música navideña en cada calle, el olor a vino caliente… ¡La Navidad a llegado a Angers!
El primer fin de semana de diciembre se instaló en la plaza principal de la ciudad el «Marché de Noël», un mercado de Navidad de los de verdad. Para mí, si no tiene un carrusel, vino caliente, gaufres, crêpes, quesos y artistas artesanos no es un mercado de Navidad. Y cómo no, no puede faltar Papá Noël paseándose por el Marché, los churros que ellos llaman «chichis» y muchos puestos de quesos y comida francesa como raclette y tartiflette.
En otra plaza, al lado de una de las avenidas principales de la ciudad, instalan cada año una pista de hielo y una noria que la mayoría de los días está escondida entre la niebla, pero sigue siendo igual de bonita.
Por mucho que me guste la Navidad en Francia, parece que a los franceses les gusta la de España. Hace unos días tuve la suerte de participar en una especie de «encuentro gastronómico-cultural». Un grupo de estudiantes preparamos una cena española a varias parejas de franceses, fue como una cena de Navidad entre amigos. Una mezcla de culturas ¡y de generaciones! ya que los españoles éramos estudiantes en nuestros 20’s y los franceses en los 5o’s. Para la ocasión, cocinamos platos típicos españoles, no muy navideños, más de «tapeo», pero igualmente deliciosos: tortilla de patata, pan tumaca, brochetas de jamón, y de chorizo, empanadillas de atún, alioli, gazpacho, ensaladilla rusa, dátiles con bacon, sangría y, cómo no, tuve que aportar mi toque segoviano con huevos rotos con un chorrito de vinagre.
Estaban todos encantados con la comida, nos dijeron que si abríamos un restaurante así en Francia triunfaríamos. Debatimos sobre las costumbres y tradiciones españolas y francesas en estas fiestas. Ellos suelen tomar como aperitivo alguna copa de vino o champagne, después llega el foie gras y el marisco y las ostras. Como plato principal suelen tomar algún ave al horno con verduras, y cuando ya crees que no puedes comer más, justo antes del postre, la famosa bûche de Noël, te sacan la tabla de quesos. Todos los tipos de queso que ves en el supermercado se reúnen en esa tabla para tentarte cuando ya no tienes hambre, pero es imposible resistirse. Los niños suelen abrir los regalos del «Père Noël» a media noche, Papá Noël llama a la puerta de la casa y deja todos los regalos preparados. Les comentamos que en España se suele hacer por la mañana, y que también tenemos Reyes Magos el día 6 de enero. En Francia empiezan las clases el 2/3 de enero, por lo que les extrañó mucho que nosotros empezásemos tan tarde y encima con el doble de regalos.
Por último, hicimos una despedida típica española enseñándoles la tradición de tomar las uvas en Nochevieja, aquí no tienen ninguna tradición tan peculiar. Tuvimos un intercambio muy intenso e interesante, lleno de buena comida y bebida española en un ambiente festivo.
Sed buenos, y celebrad la Navidad cualquier día del año, es bonito.
Un abrazo, Karen.
17 enero, 2017 at 11:41 am
Qué bien te expresas, Karen !…Pareces periodista de verdad !!
Muy bien explicada la cena de Noël de Francia !!
Tuvo que ser una velada interesante , intercultural y de riqueza con distintas edades !!
Enhorabuena !!
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